Tras un buen comienzo, los morilenses se ponían por delante elaborando su mejor juego basado en una defensa impecable, en los ataques tras una magnífica triangulación,David Pérez hizo el 1-0 de tiro raso cruzado, y antes del descanso, habría un gol más para cada equipo, para los visitantes un centro bombeado lo remata de cabeza el dorsal 7 que marca ante el fallo de Mario que no sale al balón alto. Por contraste Rafael David Romero "Pingu" elabora una zigzagueo en el medio campo que termina en un disparo de gran precisión que sorprende a los visitantes, 2-1 al descanso, que pudieron ser más, los fallos de los morilenses que perdieron hasta 4 ocasiones claras de gol.
La segunda parte sería la discutoria del encuentro, tras un buen comienzo los morilenses agrandan distancias, tras una internada de Pingu por la banda el rechace del portero lo envía al fondo de las mallas Carlos haciendo el 3-1. Un partido que se veía fácil y controlado se echó a perder en apenas 5 minutos. 2 contras de Villa del Río finaliza en 2 goles, lo que deja el marcador 3-3, con goalaverage empate pero favoreciendo Villa del Río por los golesa anotados fuera de casa. El Pirulo lo intenta todo y sigue sin conseguir, muchas ocasiones se le queda la miel en los labios pero la pelota no consigue entrar, sin embargo los locales gozan de la suerte de la expulsión de un visitante que recibe la doble amarilla, con uno menos Villa del Río defiende y el Bar Pirulo toca hasta que un pase de Carlos lo envía adentro Pingu y desata la locura. 4-3, se pedía firmeza en defensa, y en la primera jugada de portero jugador de Villa del Río el tiro lo rechaza la defensa y en su intento por despejar le roban el balón y los visitantes cosiguen ponerse de nuevo empate, 4-4, el Bar Pirulo echó el resto con portero-jugador incluido pero nada se pudo hacer, incluso un gol cantado donde un jugador local recibía la diagonal solo al segundo palo donde solo había que poner el pie, el balón le pasa entre las piernas... Al final 4-4, un cabreo monumental y Villa del Río pasa a la final, caras largas muy largas en el vestuario, donde mejor no hablar sobre lo dicho entre los muros.
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