Un escupitajo de 200 €

"La Federación Andaluza castiga con esta cantidad al Bar Pirulo FS tras su último partido"

La FAF no sabe como recoger dinero y lo hace de manera abrasiva a cada hueco u oportunidad que se le pone por delante a costa de los clubes del futsal. Tras el último acuerdo de la CAFS, el órgano disciplinario multa al Bar Pirulo FS con una sanción de 200€ por incidentes graves del público (escupitajos).

No solo ésto, el órgano en cuestión se da el lujo de justificar añadiendo una cita del artículo de R.Gittens, en la revista de la F.I.F.A. Desde el blog del Bar Pirulo FS, nos sorprendió el lujo y las molestias que se han tomado para adjuntar esta multa, muy, muy distante a otras acciones donde la federación debe actuar y se calla la boca. 

Una pregunta está clara a contestar. ¿Por qué? Hace unas pocas semanas, el club de Villa del Río, se quejaba de una sanción similar, y la comparaba con situaciones iguales vividas en otros campos donde fueron multados como incidentes de mucho menor calibre económico. ¿Hay persecución cordobesa?.

Ponemos en hecho el campo donde el Bar Pirulo sufrió varios escupitajos desde el público y donde este mismo tiró una cáscara de platano al asistente de mesa , fue en la jornada 6, en Carmona frente al CD Carmonense, si bien varios de los jugadores del banquillo galguero enseñando sus vestimentas manchadas de saliva, los árbitros alegaron ante ellos "No lo he visto". Mientras que el acto del lanzmiento de una cascara de plátano al asistente de mesa que si se recogió en acta porque tuvo que parar el partido, el CAFS  recoge con lo siguiente: "Sancionar con 30 € de multa al club Futuro Carmonense FS, por incidentes leves de 

público (Art. 139.1.a)".

Agradecemos que el órgano disciplinarios se haya metido en el barro a explicarnos el porqué un escupitajo cuesta 200€ cuando normalmente no decide explicar nada", pero querida federación, ¿porqué  a unos tanto y a otros tan poco?

Con esto no queremos echar toda la culpa a la FAF, sino también "agradecer" a esos aficionados su trato con los que visitan nuestro pabellón. Porque es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano, pero al que le cuesta el dinero es el club al que vas a animar. Queridos aficionados, a los partidos se va a animar, no a escupir.